La Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) ha elaborado un informe científico en el que se apunta a la asociación entre una deficiente salud bucodental y periodontal y un menor rendimiento deportivo. “La salud oral influye en el rendimiento deportivo y, de igual forma, el deporte influye en la salud bucodental”, afirma el Dr. David Herrera, presidente de SEPA y profesor de Periodoncia en la Universidad Complutense de Madrid.
Como se apunta en este informe, la relación entre la práctica deportiva y la salud bucodental tiene una doble vertiente: por un lado, la práctica deportiva regular suele ser parte de un estilo de vida saludable, que va a limitar los riesgos de patologías a nivel general y en la cavidad oral; por otro lado, entre los deportistas, una mala salud bucodental puede influir negativamente en su rendimiento.
La actividad deportiva, como parte de un estilo de vida saludable, se asocia con una mejor salud bucodental. El deporte ha demostrado que tiene un claro efecto antiinflamatorio y permite mejorar el sistema inmunológico. Diversos estudios científicos internacionales indican que las personas que practican más deporte en su tiempo libre tienen menos riesgo de presentar factores inflamatorios que propician la aparición de enfermedades como la periodontitis. Una práctica deportiva regular y moderada ayuda a prevenir enfermedades de las encías y a tener una boca más sana. Incluso, se ha establecido una relación entre la obesidad, la buena salud física y la periodontitis: las personas con un índice de masa corporal más bajo y con mayores consumos de oxígeno durante el ejercicio suelen tener una mejor salud periodontal. También es conocido que la obesidad puede ser un factor de riesgo de periodontitis.
Por todo ello, según los estudios disponibles actualmente, se considera que las personas que realizan deporte de manera habitual y que presentan un índice de masa corporal adecuado podrían tener menor riesgo de sufrir periodontitis.
Pero, en sentido contrario, también se ha establecido que una mala salud bucodental puede inducir una inflamación sistémica que afecta a la salud global. Así, por ejemplo, las enfermedades periodontales, como infecciones que causan inflamación, afectan tanto a las encías como al resto del cuerpo, generando un estado inflamatorio que favorece el desarrollo de enfermedades tan importantes como las enfermedades cardiovasculares (incluyendo el infarto de miocardio), diabetes, infecciones respiratorias o resultados adversos del embarazo (como el parto prematuro).
“La disminución del rendimiento deportivo provocado por problemas bucodentales se deriva, fundamentalmente, de la presencia de dolor, peor calidad de vida, menor bienestar y la existencia de inflamación sistémica”, señala el presidente de SEPA. En concreto, la periodontitis se relaciona con mayor riesgo de aparición de contracturas musculares, fatiga muscular y recuperación más tardía de las lesiones musculares.
Fuente: www.sepa.es